CONCEPTO

El término Arquitectura Líquida fue acuñado por el transarquitecto, diseñador y artista Marcos Novak en la década de los 90 y que ha influido en la producción arquitectónica de importantes profesionales como Zaha Hadid o Frank Gehry. La arquitectura líquida se define como:

“una arquitectura que respira, pulsa, salta en una forma y cae de otra. La arquitectura líquida es una arquitectura cuya forma es contingente al interés del usuario; una arquitectura que se abre para acogerme y se cierra para defenderme; una arquitectura sin puertas ni pasillos, donde la próxima habitación está siempre donde la necesito y es como la necesito”.

Esta arquitectura se define como líquida por su maleabilidad y mutabilidad, experimentando una expansión conceptual gracias a la informática, es decir, a la arquitectura cibernética basada en la construcción entornos artificiales con base en las nuevas tecnologías. Estos patrones permiten pensar en construcciones más allá de su propia dimensión espacial y temporal, trascendiendo los contextos tradicionales para adaptarse a las necesidades humanas conformen estas vayan surgiendo durante la vida útil de las construcciones.

Así, la arquitectura como herramienta proyectual flexible es capaz de dar respuesta a las más diversas situaciones. Su potencial como disciplina fluida se subraya al destacar su versatilidad como elemento adaptable, más allá de lo tectónico y sólido de su eventual ejecución.