La instalación artística Tira por la sombra consistía en la disposición de varias sillas blancas dotadas de estructuras metálicas atornilladas a ellas que simulaban una suerte de ramas de árboles que alcanzaban distintas alturas y que terminaban en unos elementos cuadrados a modo de porciones geométricas de follaje. En cada una de ellas se dispuso una plancha de acetato decorada con un vinilo decorativo que contenía imágenes de ramas y hojas de dos especies vegetales autóctonas: el naranjo y la palmera. Algunos de estos vinilos decorativos fueron realizados en color blanco y otros en color verde con el objetivo de acentuar la riqueza cromática del conjunto.

Una vez situados en la Plaza de los Apóstoles de Murcia, particularmente en la zona trasera de la catedral barroca de la capital, las distintas sillas fueron agrupadas creando conjuntos arbóreos cuyas ramas y hojas proyectaban sombras de naranjo y palmera sobre el duro pavimento de la plaza de la catedral. Este espacio público, carece de suficiente vegetación que proyecte zonas de sombra lo que reduce el aprovechamiento de la plaza por parte de los ciudadanos debido a su intensa exposición solar. La instalación  artística Tira por la sombra se hizo eco de esta situación con el objetivo de subrayar la necesidad de generar sombras vegetales que optimicen los espacios públicos. Así, una vez en la plaza el ciudadano se veía sorprendido por la presencia de varios conjuntos de sillas dotadas de ramas metálicas –un singular mobiliario urbano que poder desplazar por la plaza y en el que sentarse libremente-. A la vez, cuando el ciudadano observaba el suelo de este espacio público se veía sorprendido por las sombras de las especies vegetales ausentes, árboles que podrían haber existido realmente allí, mejorando la calidad de este espacio urbano abierto al cielo.